Hotel Hospedaria Convento de Tibães

En el interior del histórico monasterio de Sao Martinho Tibães De que hay un lugar único para alojarse en Braga, aquí se puede obtener una experiencia diferente en compañía de una comunidad religiosa de las Trabajadoras Misioneras. Sólo 9 habitaciones sencillas con baño privado, albornoz para el uso durante la estancia, pantalla LCD con canales vía satélite, teléfono directo y aire acondicionado. En el restaurante L'Eau Vive abierto todos los días para almuerzo y cena, excepto los lunes, se puede degustar la mejor cocina francesa con un toque portugués por las manos de la comunidad religiosa de las Trabajadoras Misioneras. Desde el Hospedaria usted puede conseguir el libre acceso al monasterio durante su período de operación o una visita guiada gratuita (sujeto a la solicitud de disponibilidad y anteriores), después de su viaje usted puede sentarse en el bar junto a la TV o de la chimenea y tomar una copa . Una pequeña sala de reuniones, Sala São Martinho, se pueden alquilar para sus eventos sociales o profesionales. De unos 6 km del centro histórico de la ciudad de Braga, donde se puede visitar el Jardín de Santa Bárbara, los cafés históricos de la "Arcada" y "Brasileira", la Catedral y su Museo. Y si para subir la cuesta en coche, también se puede visitar el triángulo religioso de Braga, donde se encuentra el Santuario de Bom Jesus, Sameiro y Santa Marta. Sobre el monasterio, el Monasterio de São Martinho de Tibães es la Casa Madre de la antigua Congregación benedictina portuguesa, está clasificado como de interés público desde 1944 y ha sido desde 1994, protegido por una Zona de Especial Protección. El crucero del patio trasero es un Monumento Nacional desde 1910. Fundada en el siglo XI, cuando Portugués condado empezó a afirmarse a sí mismo y de los monjes de Cluny introdujo la regla monástica de San Benito, se alzó con el apoyo real y el otorgamiento de cartas de Couto, uno de los monasterios más ricos y poderosos en el norte de Portugal. La crisis demográfica y económica de mediados del siglo XIV, se estableció en Portugal se ha reflejado duro monástica cotidiana que vivió un largo período de decadencia y de cosas espirituales. Con el siglo XVI, y en la búsqueda de las resoluciones del Concilio de Trento, el Monasterio de São Martinho Tibães DE Recibir reforma monástica nueva, participando en la fundación de la Congregación de los Monjes Negros de San Benito de los reinos de Portugal y se convirtió en el Casa Madre de todos los monasterios benedictinos. Hermoso espacio monumental, se supone, durante los siglos XVII y XVIII, un productor comercial importante y difusor de la cultura y la estética, convirtiéndose en uno de los conjuntos monásticos más grandes e importantes benedictinos y un lugar de pensamiento y el arte portugués.